Distinciones básicas de un cultivo orgánico. Parte I

    Muchos nos han preguntado cuál o cuáles son las distinciones básicas de un cultivo orgánico. No basta con aplicar una tabla de nutrición y las indicaciones de un envase, ni “confiar” en rotulaciones muchas veces incompletas, o definitivamente falsas. Por un lado podemos hablar de modelos de cultivo, y por otro lado, de fuentes de nutrición, dos conceptos muy ligados, pero al mismo tiempo distintos.

     

    CONCEPTOS BÁSICOS

     

    Cuando hablamos de modelo de cultivo orgánico en realidad nos estamos refiriendo a ciertas prácticas en el manejo de recursos naturales, puestas al servicio de la producción, respetando ciertos puntos referenciales básicos, como por ejemplo; favorecer la fertilidad y la vida del suelo desde una perspectiva física, química y biológica, incorporar y conservar la materia orgánica dentro del suelo, potenciar la biodiversidad presente en el espacio de cultivo (cultivos asociados, rotación, etc) desechar el uso de insumos sintéticos y pesticidas que dañen al suelo o la salud animal (los humanos pertenecemos al reino animalia!) o como mencionábamos, elegir fuentes de nutrición adecuadas para el modelo que deseamos llevar a cabo. Está más que demostrado que cosechas tratadas en cultivos 100% orgánicos pueden presentar mayor calidad nutricional y organoléptica. La agricultura tradicional está matando el suelo, lo erosiona, lo deja descubierto, intoxica a la vida que nace dentro de él, eso sin mencionar el aumento sostenido en el consumo de agua y su contaminación.

    Ahora bien ¿qué hace que un insumo de cultivo se verdaderamente orgánico? Para respondernos esta pregunta debiésemos comenzar a preguntarnos ¿qué es un producto químico, o a que nos estamos refiriendo al usar la palabra químico?

    Cuando usamos la palabra “químicos” simplemente nos estamos refiriendo al estudio y uso de elementos de la tabla periódica. En este punto es común confundir lo químico con lo sintético. Los elementos que se encuentran en la tabla periódica son los átomos básicos que componen todo en este planeta y muchos productos químicos que existen en el mundo natural. Todas las plantas producen químicos durante su ciclo de vida. En un jardín orgánico dependemos de los microorganismos para convertir la materia en formas químicas que son absorbidas por las plantas. Las sustancias químicas pueden originarse a partir de fuentes naturales. En algunos aspectos, el cultivo orgánico es una forma natural de alimentación de productos químicos para las plantas. Entonces ¿qué compuestos pueden definirse como orgánicos? Casi cualquier compuesto que contiene carbono es orgánico, ya sea si es natural o no. La verdad es que muchas sustancias naturales no son orgánicas. Por ejemplo, ciertos tipos de rocas (fosfórica) de origen natural se trituran para hacer fertilizantes que contienen fósforo inorgánico. Es común que usemos la palabra “orgánico” para describir los fertilizantes y productos vegetales que se derivan exclusivamente de plantas y animales; estiércol, algas, harinas de pescado, humus, compost, etc. Según esta definición los jardineros o productores orgánicos no podríamos utilizar sustancias inorgánicas, incluso si se producen de forma natural. Los minerales se producen en la naturaleza, pero no se han obtenido a partir de plantas o animales. Una fertilización 100% mineral puede causar problemas de desequilibrios o sobre fertilización más fácilmente que en un cultivo no mineral, donde la flora microbiana activa ofrece una barrera natural en la zona de las raíces, cosa que se puede activar y potenciar con un adecuado manejo. Muchos compuestos inorgánicos de origen natural son seguros para las plantas y el suelo, así como también para nuestra salud. No estamos en contra de usar productos minerales, orgánico-minerales o ambos, al contrario, estamos a favor de su adecuado uso. Sí estamos en contra de intoxicar el suelo, y a nosotros mismos, con sustancias sintetizadas a base de compuestos químicos baratos y muchas veces tóxicos y mortales. Es un problema económico, social y político, una verdadera máquina de generar pobreza.

    En una segunda parte profundizaremos y veremos cuáles son algunas características deseables para desarrollar un cultivo orgánico exitoso de principio a fin.

    Al final del día es nuestra decisión y elección lo que ponemos en nuestra mesa, o lo que enrolamos.

    No es un eslogan; Dale vida a tu cultivo!